viernes, 24 de diciembre de 2010

2011 ECUMÉNICO

Representantes ortodoxos auguran al Papa un “2011 ecuménico”
Ambiente festivo durante la audiencia general
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- En medio de un ambiente ya festivo, el Papa Benedicto XVI recibió, de una delegación ortodoxa, las felicitaciones navideñas, junto con el deseo de un nuevo año “ecuménico”, al terminar la Audiencia General.
Tras los saludos en distintos idiomas, a los peregrinos procedentes de todo el mundo, el Papa recibió la felicitación de Navidad del metropolita ruso de Chersoneso, Innokentij, y del abba Yoseph, arzobispo de la Iglesia ortodoxa etíope.
Ambos dieron al Papa “una cordial felicitación de Navidad” con la esperanza de que “el año 2011 traiga nuevos progresos en el diálogo ecuménico”, según recoge L'Osservatore Romano en su edición de hoy.
Otra de las personas que se acercó a saludar al Papa fue el sacerdote y escritor español Jesús Sánchez Adalid, conocido autor de novelas históricas, como El cautivo y La Sublime Puerta.
Sánchez Adalid había acudido a Roma al frente de un grupo de peregirnos de su parroquia de Alange, en la dióceiss de Mérida-Badajoz.
También presentaron al Papa la primera edición en alemán de las Fuentes Franciscanas, en una edición preparada por el experto protestante Dieter Berg, así como un volumen, por parte del director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, titulado Memento Aquila, sobre los efectos en el patrimonio histórico provocado por el terremoto en esta ciudad italiana.
Además, el Centro Santo Domingo de Bolonia le regaló una colección de escirtos de su fundador, padre Michele Casali, y un grupo de escritores, entre los que figuran el director de L'Osservatore Romano, Gian Maria Vian, y Giuseppe Costa, director de la Libreria Editrice Vaticana, le regalaron el libro Invito alla lettura (Invitación a la lectura), publicado junto a la opera omnia de Joseph Ratzinger.
Un grupo musical italiano, los zampognari del Matese (Bojano, sur de Italia) amenizaron en encuentro con melodías navideñas, mientras que una delegación de la ciudad de Bolsena (cerca de Roma) ofreció al Papa peces del lago, una antigua tradición que se reanudó bajo el pontificado de Pablo VI.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

JERUSALÉN - NAVIDAD

Mensaje de Navidad del Patriarca de Jerusalén
JERUSALÉN, martes 21 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su interés, ofrecemos a continuación el mensaje que el Patriarca de Jerusalén, monseñor Fouad Twal, ha hecho llegar a los fieles del Patriarcado Latino.
* * * * *
Os saludo cordialmente a todos vosotros, periodistas presentes, y os doy las gracias por vuestro servicio de información y de formación, además de por el compromiso por la verdad. El mensaje del reciente Sínodo para Oriente Medio ha reconocido la importancia de vuestro papel: Apreciamos el papel de los medios de comunicación escrita y audiovisual. Os damos las gracias a vosotros, periodistas, por vuestra colaboración con la Iglesia para la difusión de sus enseñanzas y de sus actividades (Nuntius 4.4).
A todos vosotros y a todos los habitantes de Israel, Palestina, Jordania y Chipre, auguro una Feliz Navidad y Año Nuevo lleno de sorpresas, tanto a nivel mundial, como a nivel local y personal, un año de paz y de prosperidad.
Saludo a los obispos presentes: monseñor Giacinto - Boulos Marcuzzo, nuestro vicario patriarcal para Israel, y al nuevo obispo auxiliar y vicario patriarcal para Jerusalén y los Territorios Palestinos, monseñor William Shomali, que fue consagrado el pasado mayo y que ahora nos ayuda con nuevas energías en nuestra misión. Saludo también al rev. P. David Neuhaus, SJ, nuestro vicario patriarcal en Israel para la comunidad de lengua hebrea y le doy las gracias por su importante trabajo.
Como el año pasado, quisiera hacer un breve balance de los acontecimientos importantes que han marcado este año especialmente en nuestro Oriente Medio. Quisiera subrayar ante todo los aspectos positivos,aunque sin omitir los motivos de sufrimiento y de preocupación que quedan.
1. Damos las gracias al Santo Padre por haber convocado el Sínodo para Oriente Medio, celebrado en Roma del 10 al 24 de octubre. En esa ocasión pudimos poner el dedo en nuestras llagas y en nuestros miedos, pero al mismo tiempo, también expresar nuestras expectativas y nuestras esperanzas. El Sínodo invitó a los cristianos de Oriente Medio a vivir como buenos creyentes y como buenos ciudadanos.
La fe, lejos de alejarnos de la vida pública, debería hacernos estar más implicados en la edificación de nuestras respectivas sociedades, tanto en en los países árabes como en Israel. El Sínodo subrayó también la importancia del diálogo ecuménico e interreligioso. Esperemos que este diálogo pueda progresar no solamente dentro de los círculos intelectuales, entre expertos y teólogos, sino en todas las clases de la sociedad, convirtiéndose cada vez más en un diálogo de vida.
El Sínodo condenó la violencia, el fundamentalismo religioso, el antisemitismo, el antijudaísmo, el anticristianismo y la islamofobia, e invitó a las religiones a “asumir sus responsabilidades en la promoción del diálogo de las culturas y de las civilizaciones en nuestra región y en el mundo entero" (Mensaje, 11).
2. El turismo religioso y las peregrinaciones a Tierra Santa están conociendo cifras récord. Hasta el mes de noviembre de 2010 tres millones de personas han visitado Tierra Santa. Este número podría aumentar hasta alcanzar los 3.400.000 visitantes, cifra nunca alcanzada hasta ahora, ni siquiera en el año jubilar del 2000, que había obtenido, por lo demás, resultados considerables.
Esto se refleja de modo significativo la dimensión universal de Jerusalén, de Belén, de Nazaret, la buena acogida reservada a los peregrinos por nuestro pueblo y por nuestras iglesias y el trabajo de calidad llevado a cabo por los Ministerios de Turismo en Israel y en Palestina.
3. Deseo también subrayar la mejoría respecto a la obtención de visados para religiosos, seminaristas y voluntarios.
4. El pasado 7 de diciembre se retomaron los coloquios entre la Santa Sede y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con el objetivo de poner en práctica el Acuerdo de base estipulado en 2000. Estos se refieren principalmente a la libertad religiosa y la legislación en materia fiscal. Rezamos por el éxito de estos coloquios y de la misma forma por los que ya están en marcha con Israel.
5. Tuve el placer de visitar, el pasado noviembre, diversos países de América Latina: Chile, Argentina, Honduras y Colombia. Pude encontrarme con los obispos de estos países, con las máximas autoridades civiles, y sobre todo con nuestros fieles que viven “en diaspora”. Sólo en Chile hay más de 400.000. Se trata en su mayor parte de emigrados entre 1900 y 1950 a causa de problemas debidos a la pobreza y a las condiciones de inseguridad. Actualmente están bien integrados, muchos de ellos han expresado su disponibilidad para sostener nuestros proyectos y para venir en peregrinación a Tierra Santa.
Entre estos grandes proyectos que el Patriarcado Latino está intentando llevar a cabo, deseo mencionar el nuevo Hospital Psiquiátrico de Belén, que llevará el nombre de Benedicto XVI, la Universidad de Madaba, que comenzará su actividad el próximo octubre, y el nuevo Sitio para peregrinos en Jordania, en los lugares del Bautismo de Cristo.
6. Recientemente ha causado gran preocupación el incendio que ha devastado bosques enteros en las zonas de Haifa. Presentamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y expresamos nuestra admiración por el valor manifestado por aquellos que han muerto cumpliendo con su deber. En este triste acontecimiento hemos experimentado una gran solidaridad internacional. El hecho de que la Autoridad Palestina haya puesto a disposición cuadrillas de bomberos ha sido además un gesto muy significativo. Puede representar el comienzo de una colaboración fructífera que esperamos que pueda continuar en condiciones favorables, cuando la paz tan deseada reine sobre esta tierra martirizada.
7. Al respecto, nos hace sufrir el fracaso de las conversaciones de paz dirigidos entre Israel y la Autoridad Palestina. Pero este fracaso no puede dejarnos en la desesperación. Seguimos creyendo que en ambas partes en conflicto, así como en la comunidad internacional, hay personas de buena voluntad, que se prodigarán para unir sus energías y su compromiso por la paz. Creemos que nada es imposible para Dios y deseamos que pueda cumplirse el deseo pronunciado por los ángeles la noche de Navidad: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él” (Lc 2,14). Deseamos al mismo tiempo que Europa pueda jugar un papel más importante en este proceso.
8. Hemos quedado afectados y turbados frente a la masacre llevada a cabo contra los cristianos de Bagdad en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Estas víctimas inocentes se añaden a las miles de víctimas del fundamentalismo y de la violencia, plagas que están afligiendo a Iraq. Deseo por tanto referirme a las palabras pronunciadas por el Santo Padre Benedicto XVI en esa ocasión: “Ante los crueles episodios de violencia, que siguen devastando las poblaciones de Oriente Medio, quisiera finalmente renovar mi llamamiento apremiante a la paz: esta es don de Dios, pero es también el resultado de los esfuerzos de los hombres de buena voluntad, de las instituciones nacionales e internacionales. ¡Que todos unan sus fuerzas para que termine toda violencia!
Queridos amigos, dejadme terminar este mensaje formulando mis cordiales augurios de una reconciliación entre nuestros pueblos, entre israelíes y palestinos. Es tiempo de comprometerse juntos por una paz sincera, justa y definitiva.
Que la alegría de la Navidad se difunda en vuestros corazones. Feliz Navidad.
+Fouad Twal, Patriarca Latino

miércoles, 15 de diciembre de 2010

CARTA DE TAIZÉ

La carta anual de Taizé recuerda los dramas de Chile y Haití
Publicada la “Carta de Chile” del Hermano Alois
TAIZÉ, martes 14 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- Las dificultades y las alegrías como parte de la vida y en concreto de los acontecimientos producidos durante el año que concluye en América Latina están presentes en la Carta de Chile, que acaba de publicar el prior de la comunidad ecuménica de Taizé, el Hermano Alois.
“En nuestras existencias, atravesamos dificultades y sufrimientos, a veces durante largos períodos -se lee en la
Carta-. Pero quisiéramos buscar siempre reencontrar la alegría de vivir”.
La carta se ha publicado tras el segundo encuentro internacional promovido por la comunidad en América Latina, celebrado en Santiago de Chile del 8 al 12 de diciembre.
La alegría, constata el Hermano Alois en el documento para la reflexión, “se despierta por el asombro de un encuentro, por la duración de una amistad, por la creación artística, o también, por la belleza de la naturaleza...”.

“El amor que se nos muestra hace nacer una felicidad que colma poco a poco el fondo del alma”, añade.
Respecto a la fuente de esa alegría, explica que “no depende solamente de circunstancias momentáneas, viene de la confianza en Dios”.
Según el Hermano Alois, “la opción por la alegría es inseparable de la opción por el hombre. Ella nos colma de una compasión sin límites”.
También reconoce que “la acumulación exagerada de bienes materiales mata la alegría” y que la felicidad se encuentra en un estilo de vida sobrio, en trabajar para dar un sentido a la existencia y en compartir con los demás.
Sufrimiento y solidaridad
En la introducción de la carta, el prior de Taizé explica que, al convocar el encuentro de este mes en Santiago, “no imaginábamos que este año 2010 sería para los chilenos un período en el que las dificultades estarían a la altura de las alegrías”.
Se refiere la alegría causada por la salvación de los 33 mineros que subieron a la superficie de la tierra tras un accidente en la mina y al terremoto del pasado mes de febrero.
“Al mismo tiempo que los chilenos celebraban, con otros países latinoamericanos, el bicentenario del advenimiento de la República, la violencia de la tierra y el mar les infringía profundos sufrimientos”.
También ora ante el “enorme sufrimiento” provocado por el terremoto producido en enero de este año en Haití, país que los hermanos de Taizé tienen previsto visitar a finales de este mes de diciembre para expresar su solidaridad y admiración por este pueblo.
La carta reconoce la “bella generosidad con la que innumerables personas han ayudado a las víctimas de las dramáticas catástrofes naturales”.
Y destaca que los cristianos de América Latina nos recuerdan que “el combate contra la pobreza es un combate por la justicia, la justicia en las relaciones internacionales, no el asistencialismo”.
El Hermano Alois indica como signos de nuestro tiempo la inmigración y la creciente pobreza en el interior de los países ricos.
La carta recuerda que “el Evangelio nos anima a ir aún incluso más lejos: la justicia debe prolongarse en el perdón”.
Y ante las situaciones “en las que no conseguimos perdonar”, continúa, “debemos recordar que el perdón de Dios no falla nunca”.
“Acoger y transmitir el perdón de Dios: ése es el camino que Cristo ha abierto”, concluye, “el perdón recibido o dado es creador de alegría” y fuente de paz.

sábado, 11 de diciembre de 2010

CARDENAL KURT KOCH SOBRE SU DICASTERIO

Cardenal Kurt Koch habla sobre el cincuentenario de su dicasterio (II)
Entrevista con el presidente del Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- La imagen de San Pedro y San Andrés Apóstol, discípulos de Cristo, cabezas de la Iglesia católica y ortodoxa respectivamente, se encuentra en la puerta de las oficinas del Consejo Pontificio para la promoción de Unidad de los cristianos, ubicadas en la vía de la Conciliación, antes de llegar a la Plaza de San Pedro, como símbolo de hermandad y de diálogo entre las iglesias cristianas.
Este dicasterio, que celebra este año sus bodas de oro, busca el diálogo y la promoción del espíritu ecuménico entre los cristianos según el decreto conciliar Unitatis redintegratio (1964).
Tiene también la misión de nombrar los observadores o "delegados fraternos" de otras Iglesias y Comunidades eclesiales, con motivo de la celebración de grandes acontecimientos de la Iglesia católica.
Sobre la historia, los desafíos y los frutos del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos, ZENIT entrevistó al cardenal suizo Kurt Koch, quien hace cuatro meses fue nombrado por el Papa Benedicto XVI como nuevo presidente de este dicasterio. Recibió el capelo cardenalicio el pasado 20 de noviembre.
La primera parte de esta entrevista se publicó en el servicio de ayer jueves 9 de diciembre.
- ¿Cómo nació este dicasterio?
Cardenal Koch: En 1960 el santo padre Beato Juan XIII quiso que la dimensión ecuménica fuese uno de los principales puntos a tratar del Concilio Vaticano II. Por ello creó el secretariado para la unidad de los cristianos – así se llamaba anteriormente. Nombró como primer director al cardenal jesuita Agustín Bea. En 1988 el Papa Juan Pablo II transformó el Secretariado en Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
- ¿Cuáles considera que son los principales frutos de estos 50 años de trabajo?
Cardenal Koch: Creo que la dimensión ecuménica ya no es un pensamiento extraño, sino una dimensión necesaria e importante para la Iglesia, como dijo Juan Pablo II en su encíclica Ut un sint (1995). Cuando Benedicto XVI fue elegido Papa, en su primer mensaje dijo que el ecumenismo iba a ser uno de los principales desafíos de su pontificado. Este es uno de los frutos principales.
Luego tenemos varios frutos específicos como el diálogo con las iglesias ortodoxas que ha avanzado mucho. También el ecumenismo en la situación de Oriente. Hay algunos frutos que hemos recogido con los luteranos y los metodistas.
- ¿Cree que el encuentro histórico que tuvo el papa Pablo VI con el patriarca Atenágoras I en 1964 forma parte de los frutos de este dicasterio?
Cardenal Koch: Sí. Forma parte del primer encuentro del Papa, obispo de Roma y el patriarca ecuménico. Después de este acontecimiento tenemos la costumbre de la visita recíproca de una delegación de Constantinopla que viene a la fiesta del 29 de junio de San Pedro y San Pablo y una delegación de la Santa Sede que viaja a Constantinopla cada 30 de noviembre para la fiesta de San Andrés apóstol, patrono de los ortodoxos. Pedro y Andrés son hermanos. La Iglesia de Roma y de Constantinopla son las iglesias hermanas.
- Por otro lado, ¿usted cree que la reciente beatificación del cardenal Newman puede ser también uno de los frutos de este dicasterio?

viernes, 10 de diciembre de 2010

50 AÑOS DEL CONSEJO PONTIFICIO

Cardenal Kurt Koch habla sobre el cincuentenario de su dicasterio (II)Entrevista con el presidente del Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos.

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- La imagen de San Pedro y San Andrés Apóstol, discípulos de Cristo, cabezas de la Iglesia católica y ortodoxa respectivamente, se encuentra en la puerta de las oficinas del Consejo Pontificio para la promoción de Unidad de los cristianos, ubicadas en la vía de la Conciliación, antes de llegar a la Plaza de San Pedro, como símbolo de hermandad y de diálogo entre las iglesias cristianas.
Este dicasterio, que celebra este año sus bodas de oro, busca el diálogo y la promoción del espíritu ecuménico entre los cristianos según el decreto conciliar Unitatis redintegratio (1964).
Tiene también la misión de nombrar los observadores o "delegados fraternos" de otras Iglesias y Comunidades eclesiales, con motivo de la celebración de grandes acontecimientos de la Iglesia católica.
Sobre la historia, los desafíos y los frutos del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos, ZENIT entrevistó al cardenal suizo Kurt Koch, quien hace cuatro meses fue nombrado por el Papa Benedicto XVI como nuevo presidente de este dicasterio. Recibió el capelo cardenalicio el pasado 20 de noviembre.
La primera parte de esta entrevista se publicó en el servicio de ayer
jueves 9 de diciembre.
- ¿Cómo nació este dicasterio?
Cardenal Koch: En 1960 el santo padre Beato Juan XIII quiso que la dimensión ecuménica fuese uno de los principales puntos a tratar del Concilio Vaticano II. Por ello creó el secretariado para la unidad de los cristianos – así se llamaba anteriormente. Nombró como primer director al cardenal jesuita Agustín Bea. En 1988 el Papa Juan Pablo II transformó el Secretariado en Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
- ¿Cuáles considera que son los principales frutos de estos 50 años de trabajo?
Cardenal Koch: Creo que la dimensión ecuménica ya no es un pensamiento extraño, sino una dimensión necesaria e importante para la Iglesia, como dijo Juan Pablo II en su encíclica Ut un sint (1995). Cuando Benedicto XVI fue elegido Papa, en su primer mensaje dijo que el ecumenismo iba a ser uno de los principales desafíos de su pontificado. Este es uno de los frutos principales.
Luego tenemos varios frutos específicos como el diálogo con las iglesias ortodoxas que ha avanzado mucho. También el ecumenismo en la situación de Oriente. Hay algunos frutos que hemos recogido con los luteranos y los metodistas.
- ¿Cree que el encuentro histórico que tuvo el papa Pablo VI con el patriarca Atenágoras I en 1964 forma parte de los frutos de este dicasterio?
Cardenal Koch: Sí. Forma parte del primer encuentro del Papa, obispo de Roma y el patriarca ecuménico. Después de este acontecimiento tenemos la costumbre de la visita recíproca de una delegación de Constantinopla que viene a la fiesta del 29 de junio de San Pedro y San Pablo y una delegación de la Santa Sede que viaja a Constantinopla cada 30 de noviembre para la fiesta de San Andrés apóstol, patrono de los ortodoxos. Pedro y Andrés son hermanos. La Iglesia de Roma y de Constantinopla son las iglesias hermanas.
- Por otro lado, ¿usted cree que la reciente beatificación del cardenal Newman puede ser también uno de los frutos de este dicasterio?
Cardenal Koch: Sí, porque Newman es muy conocido y muy venerado entre los católicos y entre los anglicanos. Porque esta fiesta de beatificación en Birmingham era un evento ecuménico.
- ¿También la constitución apostólica Anglicanorum coetibus?
Card Kurt Koch: En la Santa Sede hacemos una diferencia. Este dicasterio es responsable del diálogo. La constitución Anglicanorum coetibus sobre estos creyentes, sacerdotes y obispos anglicanos que quieren regresar a la Iglesia católica, es responsabilidad de la Congregación para la Doctrina de la fe.
La conversión de los fieles es algo que siempre ocurre en la Iglesia. La novedad, esta vez es que vienen grupos de creyentes, sacerdotes y obispos. Todas las personas que quieren entrar a la Iglesia, el Santo Padre les quiere abrir la puerta. Para nosotros no es un peligro para el diálogo ecuménico. Este sigue su curso.
- ¿Cuáles cree que son los principales obstáculos para el diálogo con las iglesias ortodoxas y con las iglesias orientales antiguas, y con las que nacieron luego de la llamada reforma protestante?
Cardenal Koch: Aunque tenemos un gran fundamento común en la fe, tenemos especialmente otra cultura con las iglesias y comunidades orientales. Por ejemplo, para el diálogo ecuménico con la Iglesia está la cuestión del primado del Obispo de Roma. En cambio con las iglesias nacidas luego de la Reforma hay más puntos culturales que nos unen, pero hay toda una eclesiología que debemos discutir.
- Acaba de pasar el sínodo del Medio Oriente y hay muchas iglesias antiguas que han alcanzado la plena comunión con la Iglesia católica. ¿Como ha sido esta experiencia de comunión entre las iglesias sui iuris a pesar de las diferencias culturales entre los ritos?
Cardenal Koch: Estas Iglesias son una gran riqueza para nuestra Iglesia Universal. Son fieles al Santo Padre y permanecen fieles a su magisterio. Pueden ser un puente de ecumenismo como se ve en el decreto conciliar Orientalium Ecclesiarum del Concilio Vaticano II sobre las iglesias orientales católicas.
Creo que este sínodo ha tenido dos frutos centrales que todas las iglesias del Oriente Medio se hayan reunido en una asamblea de dos semanas y puedan vivir la comunidad entre ellos, creo que esto es una gran iniciativa y una bella experiencia.
Se ha hablado de la situación tan difícil en estas iglesias de esta zona del planeta y más ahora a nivel de la Iglesia universal y de cómo los católicos y cristianos de todas las iglesias locales ven la necesidad de ayudar estas iglesias y de soportar y vivir en una gran solidaridad con estos cristianos del Oriente Medio.
- ¿Cree que hace un siglo hubiera sido posible crear un dicasterio como este, con el objetivo de propiciar un espacio para el diálogo ecuménico? ¿O cree que esto sea fruto de un nuevo tiempo?
Cardenal Koch: En la primera encíclica de Pablo VI Ecclesiam Suam sobre el mandato de la Iglesia en el mundo contemporáneo, el pontífice hablaba del principio del diálogo. Cada pontífice responde a su tiempo y a sus desafíos.
La Iglesia está abierta también a una nueva evangelización que ha querido el Papa Benedicto XVI y va en la misma vista de apertura y de profundizar la misión de la Iglesia en países secularizados que tienen una gran tradición cristiana pero que la están olvidando. Es necesaria una nueva evangelización.

IGLESIA CATÓLICA Y CONSEJO ECUMÉNICO

Iglesia católica y Consejo Ecuménico de las Iglesias establecen cita anual
Fruto de la visita a Roma del secretario general del KEK
ROMA, jueves 9 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- El Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Ecuménico de las Iglesias (KEK) han establecido celebrar un encuentro anual entre sus representantes.
Se trata del “fruto más maduro de la reciente visita a Roma del secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias de Ginebra”, el pastor luterano Noruego Olav Fykse Tveit, según la edición de este miércoles de L'Osservatore Romano.
La nueva cita anual tiene como objetivo “definir una metodología de testimonio y de anuncio común del Evangelio, para hablar al mundo con una única voz, sobre todo sobre temas éticos y teológicos”, explica el periódico vaticano.
Estos nuevos encuentros se celebrarán cada año en un ámbito más cercano que el grupo mixto de trabajo conjunto de la Iglesia católica y el Consejo Ecuménico de las Iglesias, actualmente el instrumento principal de sus relaciones. Esa entidad consultiva fue creada en 1965 y la forman 36 miembros, 18 de cada parte.
La decisión de establecer estos encuentros anuales se tomó en concreto durante la visita de Tveit al presidente del dicasterio para la unidad de los cristianos, el cardenal Kurt Koch.
Y fue posible gracias a las “relaciones positivas” que existen actualmente entre la Iglesia católica y el Consejo Ecuménico de las Iglesias, explicó el oficial del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos que acompañó al reverendo Tveit en todas las etapas de su estancia en Roma, el sacerdote Gosbert Byamungu.
Según Byamungu, esas relaciones “ayudan todo movimiento” y cuando, “como en nuestro caso, hay amistad y confianza, podemos empezar a hablar de los problemas más candentes y difíciles, que hasta ahora se han evitado”.
Durante su visita a Roma, el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias fue recibido en el Vaticano, donde mantuvo un encuentro con Benedicto XVI y con representantes de la secretaría de Estado y del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Estuvo acompañado por el vicesecretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Georges Lemopoulos, y por John Gibaut, director de la Comisión Fe y Constitución, de la que Joseph Ratzinger fue miembro entre los años 1968 y 1975.
La audiencia con el Papa duró aproximadamente un cuarto de hora, durante el cual Benedicto XVI alentó a Tveit en su misión y le aseguró el apoyo de la Iglesia católica.
Según un comunicado publicado en la web del Consejo Ecuménico de las Iglesias, en el encuentro, Benedicto XVI y el pastor Tveit abordaron varios temas, entre ellos la unidad visible de la Iglesia.
El Papa expresó interés en “cómo estamos desarrollando y planificando nuestro trabajo futuro”, explicó Tveit.
Además, Benedicto XVI exhortó a “poner la Biblia en el centro de los coloquios y de las reflexiones teológicas, para reforzar la unidad visible de los cristianos”.
El Papa y el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias también trataron la situación de los cristianos en Oriente Medio y cómo apoyarlos.
Constataron el descenso del número de cristianos, en particular en Irak, y hablaron de la situación en Israel y en los territorios palestinos, donde según Tveit “las Iglesias deben dar testimonio en unidad”.
El secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias explicó que el Papa y él compartieron la idea de que en Oriente Medio “la situación de las Iglesias en Oriente Medio está ligada al contexto político y a la realidad política”.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LAS IMÁGENAS SAGRADAS

Las imágenes sagradas y el magisterio de la Iglesia

Por Rodolfo Papa*
ROMA, martes 7 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- Un lejano concilio, el Concilio de Nicea II en el año 787, definió la corrección del uso de las imágenes en la Iglesia, poniendo autorizadamente fin a las tentaciones iconoclastas. Y sin embargo en nuestra contemporaneidad, dominada por el uso obsesivo de lo que se ve, las iglesias a menudo se proyectan y realizan con una postura que si se mira de cerca, parece nuevamente iconoclasta: las paredes están desnudas, no hay imágenes, como mucho, elementos simbólicos estilizados, que aplican lenguajes prestados de experiencias artísticas alejadas del cristianismo, si no incluso contrarias a él.
Es oportuno por tanto recorrer la antigua vía de la legitimación de las imágenes. Partamos precisamente del Concilio de Nicea II, analizando sus precisas indicaciones: nosotros definimos con todo rigor y cuidado que, a semejanza de la representación de la cruz preciosa y vivificante, así las venerables y santas imágenes, tanto pintadas como en mosaico o en cualquier otro material adecuado, deben ser expuestas en las santas iglesias de Dios, sobre los ornamentos sagrados, sobre las vestiduras sagradas, en las paredes y en las tablas, en las casas y en las calles. Las imágenes sagradas se colocan en el mismo plano que la representación de la cruz, y a semejanza de la cruz deben ser expuestas en todo lugar: en el contexto de la liturgia, en los lugares sagrados, pero también en la vida cotidiana, en los lugares privados como las casas, y en los lugares públicos como las calles. La universalidad del mensaje cristiano indica la medida de los lugares en los que exponer las imágenes, es decir, todos los lugares. Las imágenes sagradas deben además estar presentes en los ornamentos sagrados y también en las vestiduras. No se detalla la técnica, de hecho las imágenes pueden ser pintadas, en mosaico, o en cualquier otra técnica oportuna, pero se precisa el sujeto: que sean la imagen del señor Dios y Salvador nuestro Jesucristo, o la de la Inmaculada Señora nuestra, la Santa Madre de Dios, de los santos ángeles, de todos los santos y justos. Por tanto se trata claramente de imágenes que representan prioritariamente a Jesucristo, cuya encarnación es el principio fundacional del arte sacro figurativo, y también la Madre del Señor, los ángeles, los santos y los justos, es decir, todo el cuerpo de la Iglesia, su misterio y su historia.
El Concilio precisa también los motivos y las finalidades de las imágenes sagradas: De hecho, cuando más prudentemente estas imágenes son contempladas, tanto más quienes las contemplan son llevados al recuerdo y al deseo de los modelos originales y a tributarles, besándolas, respeto y veneración. La contemplación de las imágenes induce al recuerdo y al deseo de los sujetos representados; se trata por tanto de una dinámica cognoscitiva y afectiva, que parte de la imagen representada pero termina en el sujeto real; es análoga, podríamos decir, a la función que tienen las fotografías de nuestros seres queridos, que nos recuerdan a las personas amadas. Mantener vivo el recuerdo y el deseo constituye un cuidado importante de la propia fe, el cultivo de la propia vida espiritual.Se trata de una relación no idolátrica, porque el fin de la adoración no es la imagen, sino el sujeto representado. De hecho, el Concilio pone cuidado en prevenir y dejar al margen los excesos que habían estado presentes en el Oriente cristiano, y que habían también inducido, por contraste, la reacción iconoclasta. No se trata, ciertamente, de una verdadera adoración (latría), reservada por nuestra fe sólo a la naturaleza divina, sino de un culto similar al que se hace a la imagen de la cruz preciosa y vivificante, a los santos evangelios y a los demás objetos sagrados, honrándolos con la ofrenda del

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pastor luterano y El Papa

El Papa recibe al secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias
El pastor luterano Olav Fykse Tveit
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de diciembre de 2010 (
ZENIT.org).- Benedicto XVI recibió este sábado 4 de diciembre en el Vaticano al secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias (COE), el pastor luterano de la Iglesia de Noruega Olav Fykse Tveit, con su séquito.
Según Radio Vaticano, el nuevo secretario general, elegido el pasado mes de enero, comenzó, como suele hacerse tras su elección, una visita oficial de tres días al Papa y al Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Durante su estancia en Roma, la delegación del COE también será acogida en la sede de la Comunidad de San Egidio para la celebración de una oración ecuménica durante la cual el pastor luterano pronunciará una homilía.
Con el objetivo de trabajar por la unidad de los cristianos, el Consejo Ecuménico de las Iglesias reúne a 349 Iglesias, denominaciones y comunidades de Iglesias de más de un centenar de países y territorios de todo el mundo.
Representa a más de 560 millones de cristianos e incluye la mayor parte de las Iglesias ortodoxas, un gran número de Iglesias anglicanas, bautistas, luteranas, metodistas y reformadas, así como numerosas Iglesias unidas e independientes.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

LA VIDA DEL BEATO NEWMAN

Se rueda la vida del beato Newman
Con guión y dirección de Liana Marabini
ROMA, martes, 30 noviembre 2010 (
ZENIT.org).- La vida del beato John Henry Newman está ya en fase de rodaje cinematográfico. El cardenal, que se convirtió del anglicanismo al catolicismo, beatificado por Benedicto XVI en su reciente viaje al Reino Unido, tiene una apasionante biografía que en el cine se llamará The Unseen World.
Tras hacer The Gardener of God y Vivaldi, Liana Marabini, hitoriadora, escenógrafa y directora de cine, especializada en Historia de la Iglesia, ha decidido cumplir un sueño largamento acariciado: dar a conocer al gran público una figura tan significativa como la del cardenal Newman.
Marabini acaba de rodar otro filme: Scripta manent, en el Principado de Mónaco.
Entrevistada por el diario Il Giornale de Italia, el 23 de noviembre, la directora que es también productora de la película, en medio del rodaje, explica el por qué de la decisión de hacer este filme: “Para mí, Newman es el sacerdote ideal, una inspiración para los demás sacerdotes. Es el santo de las conversiones, pero el filme se centra en la historia de amor absoluto de Newman con Dios que le lleva a llorar de conmoción y de alegría por Él incluso cuando le asaltan las dudas”.
Marabini desgrana al diario italiano otros argumentos no sólo complejos como la conversión, la liturgia, la traición y la castidad de los sacerdotes, que el mismo Newman afrontó en una Inglaterra victoriana y protestante.
Newman es interpretado por Murray Abraham, premio Oscar por Amadeus, quien aparte de su parecido con el cardenal inglés, es considerado una óptima elección para el papel por parte de este diario.
La directora subraya que los textos de la película con auténticos: “las palabras son de Newman”, así como son de época los ornamentos, donados por la cineasta a los Museos Vaticanos.
Explica también que están rodando en todos los lugares de Newman: cerca de un tercio de la película transcurre en escenarios históricos. Después de Roma, a finales de año, el equipo de rodaje se trasladará a Inglaterra donde rodarán en Littlemore, Oscott, Birminghan y Oxford, y se unirán al rodaje los actores Nastassja Kinski y Christopher Lambert. The Unseen World llegará a los cines de todo el mundo a mediados de 2011.
El título --El mundo invisible, en español- representa la relación metafísica que existe entre el hombre y Dios. Un tema explicado por el teólogo Newman en sus numerosos escritos filosóficos, catequéticos y doctrinales.
El beato inglés fue en su vida un puente de diálogo entre dos tradiciones cristianas y es esto lo que subrayó su reciente beatificación en Inglaterra.
Para saber más sobre la figura de Newman

BENEDICTO XVI A BARTOLOMÉ I

Mensaje del Papa al Patriarca de Constantinopla
Con motivo de la Fiesta de san Andrés
CIUDAD DEL VATICANO, martes 30 de noviembre de 2010 (
ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el mensaje que el Papa Benedicto XVI ha hecho llegar hoy, a través del cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

* * * * *
A Su Santidad Bartolomé I
Arzobispo de Constantinopla
Patriarca Ecumenico
Con gran alegría, con ocasión de la Fiesta de San Andrés Apóstol, hermano de San Pedro y Patrono del Patriarcado Ecuménico, le dirijo este escrito, confiado al Venerado Hermano el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para augurar a Vuestra Santidad, a los miembros del Santo Sínodo, al clero, a los monjes y a todos los fieles abundancia de dones celestiales y de bendiciones divinas.
En este gozoso día de fiesta, junto con todos los hermanos y hermanas católicos, me uno a Usted en la acción de gracias a Dios por las maravillas que ha realizado, en su infinita misericordia, a través de la vida y el martirio de San Andrés. Los Apóstoles, ofreciendo generosamente su vida en sacrificio por el Señor y por sus hermanos, dieron testimonio de la Buena Noticia proclamada por ellos hasta los confines del mundo entonces conocido.
La Fiesta del Apóstol, que cae en este mismo día en los calendarios litúrgicos de Oriente y de Occidente, representa, para todos aquellos que por la gracia de Dios y el don del Bautismo aceptaron el mensaje de salvación, una fuerte invitación a renovar la propia fidelidad a la enseñanza de los Apóstoles y a convertirse en anunciadores incansables de la fe en Cristo, con la palabra y el testimonio de la vida.
En este tiempo nuestro, esta invitación es más urgente que nunca e interpela a todos los cristianos. En un mundo marcado por una creciente interdependencia y solidaridad, estamos llamados a proclamar con renovada convicción la verdad del Evangelio y a presentar al Señor resucitado como la respuesta a las preguntas y aspiraciones espirituales más profundas de los hombres y de las mujeres de hoy.
Para poder tener éxito en esta gran tarea, debemos continuar progresando en el camino hacia la plena comunión, mostrando que ya hemos unido nuestros esfuerzos por un testimonio común del Evangelio ante los hombres de nuestro tiempo. Por esta razón querría expresar mi sincera gratitud a Su Santidad y al Patriarcado Ecuménico por la generosa hospitalidad ofrecida el pasado octubre en la isla de Rodas a los Delegados de las Conferencias Episcopales de Europa, que se reunieron con representantes de las Iglesias Ortodoxas de Europa para el II Foro católico-ortodoxo sobre el tema “Relaciones Iglesia-Estado: perspectivas teológicas e históricas”.
Santidad, estoy siguiendo con atención sus sabios esfuerzos por el bien de la Ortodoxia y por la promoción de los valores cristianos en muchos contextos internacionales. Asegurándole un recuerdo en mis oraciones en esta Fiesta de San Andrés Apóstol, renuevo mis buenos deseos de paz, bienestar y abundantes bendiciones espirituales sobre usted y sobre todos los fieles.
Con sentimientos de estima y de cercanía espiritual, le extiendo con mucho gusto un abrazo fraterno en nombre de nuestro único Señor Jesucristo.
Desde el Vaticano, 30 de noviembre de 2010
BENEDICTUS PP XVI

RELIQUIAS DE SAN ANDRÉS

El Papa entrega a los ortodoxos unas reliquias de san Andrés
A través del cardenal Bertone, de viaje en Kazajstán
ASTANÁ, martes 30 de noviembre de 2010 (
ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, entregó hoy por la mañana, en nombre del Papa Benedicto XVI, unas reliquias de san Andrés al Metropolita Alexander, durante una celebración litúrgica en la catedral ortodoxa de la Asunción, en Astaná, capital de Kazajstán.
El purpurado, que se encuentra en el país con motivo de la Cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), ha sido invitado también por las autoridades kazajas a una visita que concluirá el próximo sábado 4 de diciembre.
Se trata de un gesto de gran importancia ecuménica, pues este Apóstol, cuyos restos reposan en Amalfi (Italia) es muy venerado por la tradición bizantina.
San Andrés, hermano de san Pedro, es considerado el primer obispo de Bizancio (Constantinopla), y venerado por los ortodoxos como su fundador. La tradición afirma que evangelizó Grecia y la zona del Cáucaso, y que murió crucificado en Acaya.
Sus restos fueron robados de Constantinopla por los cruzados durante el siglo XIII, y trasladados a la ciudad italiana de Amalfi (cerca de Nápoles). La cabeza se trasladó en 1462 a la Basílica de San Pedro.
En un gesto histórico, el 5 de enero de 1964, el papa Pablo VI entregó la cabeza del santo al Patriarca Atenágoras I. Por su parte, el Patriarca de Constantinopla hizo entrega al papa Montini de un icono en el que san Andrés y san Pedro se abrazan, bajo la mirada de Cristo resucitado.
El cardenal Bertone quiso recordar aquel intercambio histórico, que supuso uno de los hitos en el diálogo ecuménico, con el que puso en continuidad el gesto realizado hoy en Astaná.
“Hoy, en este grato encuentro con vosotros, tengo la especial alegría de cumplir el alto encargo que me confió el Santo Padre Benedicto XVI, de entregaros un fragmento de las insignes Reliquias del Apóstol san Andrés, que se veneran en Italia, en la ciudad de Amalfi”, afirmó el purpurado.
El secretario de Estado hizo entrega de las reliquias al Metropolita Alexander. Son dos reliquias, que serán custodiadas en Astaná, una en la catedral ortodoxa y otra en la católica.
Este gesto responde a la petición que tanto el Metropolita ortodoxo como el arzobispo católico hicieron al Papa, quien por su parte “decidió destinar a las respectivas iglesias dos fragmentos de las preciosas Reliquias. Esta elección reviste profundo significado, en cuanto que subraya la común veneración de los Apóstoles”, afirmó el cardenal Bertone.
Hacia la unidad
En la
homilía pronunciada hoy en la catedral ortodoxa, el cardenal Bertone quiso también hacer llegar al Patriarca de Moscú, del que depende canónicamente la Iglesia ortodoxa kazaja, un saludo personal de parte del Papa Benedicto XVI.
La visita del cardenal Bertone es muy significativa, ya que no se producía una visita de un secretario de Estado (número dos en la jerarquía vaticana) a territorio del Patriarcado, desde la histórica visita del cardenal Agostino Casaroli en 1988.
El purpurado auguró que esta visita de hoy “pueda suscitar un renovado impulso a unir esfuerzos, para que en un futuro no lejano los discípulos de Cristo proclamen con una sola voz y un solo corazón el Evangelio, mensaje de esperanza para toda la humanidad”.
“Quiero subrayar que el acto de entrega hoy de la reliquia de san Andrés, que vosotros tanto veneráis, coincide precisamente con el día en el que, según el calendario de la Iglesia latina, se celebra su fiesta litúrgica”, añadió.
“Andrés fue el primero en ponerse en el seguiminto del Señor, Pedro fue llamado a confirmar a sus hermanos en la fe. Su abrazo bajo la mirada de Cristo es una invitación a proseguir en el camino emprendido, hacia ese objetivo de unidad que juntos pretendemos alcanzar”, concluyó.

HACIA LA PLENA COMUNIÓN

El Papa a Bartolomé I: Debemos seguir progresando hacia la plena comunión
En un mensaje por la fiesta de san Andrés enviado a través del cardenal Koch
ESTAMBUL, martes 30 de noviembre de 2010 (
ZENIT.org).- Benedicto XVI ha expresado al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, la necesidad de seguir progresando hacia la plena comunión para lograr presentar a Cristo resucitado como la respuesta a los hombres de hoy.
Lo ha hecho en un mensaje por la fiesta de san Andrés, que le hizo llegar este martes a Estambul a través del presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch.
“Debemos continuar progresando en el camino hacia la plena comunión, demostrando que ya hemos unido nuestros esfuerzos por un testimonio común del Evangelio ante los hombres de nuestro tiempo”, indica el Papa en el texto, publicado por la Oficina de Información de la Santa Sede.
Según el Pontífice, ésta es una necesidad “para poder tener éxito en esta gran tarea” de “proclamar con renovada convicción la verdad del Evangelio y presentar al Señor resucitado como la respuesta a las preguntas y aspiraciones espirituales más profundas de los hombres y de las mujeres de hoy”.
Para Benedicto XVI, la fiesta del apóstol san Andrés “representa, para todos aquellos que por la gracia de Dios y el don del Bautismo aceptaron el mensaje de salvación, una fuerte invitación a renovar la propia fidelidad a la enseñanza de los apóstoles y a convertirse en anunciadores incansables de la fe en Cristo, con la palabra y el testimonio de la vida”.
“Esta invitación es más urgente que nunca e interpela a todos los cristianos” en este tiempo nuestro y “en un mundo marcado por una creciente interdependencia y solidaridad”, añade.
En su mensaje, el Obispo de Roma expresa su “sincera gratitud” a Bartolomé I y al patriarcado ecuménico por la “generosa hospitalidad” ofrecida el pasado octubre en Rodas a los delegados de las Conferencias Episcopales de Europa.
En esa isla griega, los representantes católicos se reunieron con representantes de las Iglesias ortodoxas de Europa para celebrar el II Foro católico-ortodoxo sobre el tema Relaciones Iglesia-Estado: perspectivas teológicas e históricas.
En el mensaje, autógrafo, el Papa le explica al patriarca ecuménico que está “siguiendo con atención sus sabios esfuerzos por el bien de la ortodoxia y por la promoción de los valores cristianos en muchos contextos internacionales”.
Benedicto XVI se une a él “en la acción de gracias a Dios por las maravillas que ha realizado, en su infinita misericordia, a través de la vida y el martirio de san Andrés”.
Le extiende “con mucho gusto un abrazo fraterno en nombre de nuestro único Señor Jesucristo” y renueva sus “buenos deseos de paz, bienestar y abundantes bendiciones espirituales”.
Y le asegura un recuerdo en sus oraciones en esta fiesta de san Andrés apóstol, que cae en este martes en los calendarios litúrgicos de Oriente y de Occidente.
El cardenal Koch leyó en público el mensaje del Papa y entregó un regalo a Bartolomé I durante las celebraciones de la fiesta de san Andrés en Estambul.
Por primera vez, este purpurado guiaba la delegación de la Santa Sede que como es habitual se trasladó a Estambul para celebrar la fiesta de san Andrés, en el marco del intercambio anual de delegaciones, católica y ortodoxa, por las respectivas fiestas de los santos patronos.
La delegación de la Santa Sede participó en la solemne divina liturgia presidida por Bartolomé I en la iglesia patriarcal del Fanar.
También mantuvo un encuentro con el patriarca y con la Comisión sinodal encargada de las relaciones con la Iglesia católica.